Por qué no hay aviones eléctricos

En un mundo donde la electromovilidad avanza rápidamente, desde autos hasta scooters eléctricos, surge una pregunta común: ¿por qué no existen todavía aviones comerciales totalmente eléctricos, es decir, que no utilicen kerosene ni otro combustible fósil?

La respuesta radica principalmente en las limitaciones técnicas relacionadas con las baterías y la densidad energética. Aunque las baterías han evolucionado significativamente en los últimos años, aún están lejos de competir con la densidad energética que proporciona el combustible tradicional para aviación, como el kerosene.

La densidad energética es un aspecto crítico. El kerosene tiene aproximadamente una densidad energética de 12,000 Wh/kg, mientras que las baterías de litio modernas rara vez superan los 250 Wh/kg. Esta disparidad implica que, para almacenar la energía necesaria que permita a un avión volar largas distancias, se necesitarían baterías extremadamente pesadas, afectando la carga útil y reduciendo drásticamente el alcance del vuelo.

Además, existe el desafío del tiempo de recarga. Mientras que repostar combustible toma solo unos minutos, recargar baterías capaces de propulsar un avión de pasajeros podría tardar varias horas, lo que sería poco práctico en términos operacionales y económicos para aerolíneas comerciales.

Otro factor determinante es la infraestructura. Actualmente, los aeropuertos en todo el mundo están adaptados para manejar combustible tradicional. La creación de infraestructura para la recarga eléctrica rápida y segura para aviones comerciales requeriría inversiones multimillonarias y cambios significativos en el diseño aeroportuario.

Finalmente, hay consideraciones regulatorias y de seguridad importantes. Los procesos de certificación para nuevas tecnologías aeronáuticas son rigurosos y extensos, requiriendo años de pruebas para garantizar que cumplen con estrictos estándares de seguridad.

Sin embargo, esto no significa que no haya avances o que los aviones eléctricos sean imposibles en el futuro. Diversas compañías e instituciones ya están desarrollando prototipos de pequeños aviones eléctricos destinados a vuelos cortos y regionales. Estos modelos pueden convertirse en el primer paso hacia una aviación más limpia y sostenible.

Por ahora, aunque aún no existan aviones comerciales totalmente eléctricos que prescindan del kerosene, el desarrollo tecnológico y la investigación continúan avanzando hacia un horizonte en el que la aviación eléctrica podría ser viable, especialmente en vuelos cortos y regionales.

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